Entre las cuatro acepciones del verbo supeditar recogidas por el DRAE están la de "subordinar algo a otra cosa" (tercera) y también "condicionar algo al cumplimiento de otra cosa" (cuarta).
A continuación, un ejemplo claro de uso correcto de ese verbo:
Lo que están haciendo Ciudadanos y Podemos es subordinar algo (el apoyo a Susana Díaz) a otra cosa (la dimisión de Chaves y Griñán). Por ello, el uso de supeditar es perfectamente adecuado.
Pero no puede afirmarse lo mismo sobre este titular del medio digital Vozpópuli en su portada de hoy:
El titular analizado indica qué es lo que se supedita (el desembarco del empresario chino Wang Jianlin en el Atlético de Madrid), pero no explica a qué hecho o condición se supedita.
Si hacemos clic en el enlace de la portada, llegaremos a una noticia en cuyo titular se sustituye "supedita" por "condiciona". Es un avance pero, si leemos la noticia, veremos que no es suficiente. ¿Por qué? Porque en ninguna parte del texto se habla de condiciones impuestas por Manuela Carmena -la que se espera que sea la próxima alcaldesa de Madrid- para la entrada de Wang en negocios a desarrollar en la capital de España.
En su lugar, lo que se hace es recordar las condiciones que Wang puso para invertir en el Atlético -traslado al estadio de La Peineta, ampliación de capital del club y la aprobación por parte del Ayuntamiento de Madrid del plan urbanístico de Campamento- y afirmar que la directiva colchonera teme que un gobierno municipal liderado por Carmena frene la mudanza del Atleti a La Peineta.
Así las cosas, borremos todo rastro de la palabra supeditar y expliquemos mejor las cosas con el siguiente titular: El Atlético teme que Carmena complique el desembarco de Wang.
Vean y comparen. Antes:
Y después: