Hoy se cumplen 80 años de los sucesos revolucionarios de Barcelona, unos hechos de los que tuve noticia por primera vez a los 13 años, cuando estudiaba 8º de EGB, en la asignatura de Sociedad. Durante ese curso, el último de la educación básica, la materia -más conocida como Sociales- era realmente la de Historia, y entre sus temas principales se encontraba el de la II República y la Guerra Civil.
Hace más de dos décadas de mi primera aproximación a la Revolución de Octubre del 34, una insurrección que puso en jaque al gobierno republicano durante dos semanas y tuvo como focos distintos puntos de la geografía española. El más conflictivo fue el de Asturias, pero hoy sólo vamos a hablar sobre lo ocurrido en Cataluña.
El estallido revolucionario fue la respuesta a la entrada en el gobierno central de tres ministros pertenecientes a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), un partido que, pese a haber sido el más votado en las elecciones generales de 1933, despertaba desconfianza entre sus rivales políticos, que lo consideraban poco o nada comprometido con la República.
Cataluña era entonces la única región de España con gobierno autónomo, con Lluís Companys en la presidencia de la Generalitat. Recuerdo que en el libro de Sociales se relataba la reacción de Companys a la entrada de la CEDA en el gobierno con estas palabras: "Proclamó el Estado catalán dentro de la República federal española". Una república que no existía -según la Constitución de 1931 el Estado republicano era integral, no federal-, pero que el president se empeñó en aludir como el todo al que pertenecía su nuevo Estado catalán.
Cuando era estudiante -y ahora también-, interpreté la frase del siguiente modo: Companys buscaba romper con el gobierno de España, pero no con España. Por esto me sorprendió leer ayer este párrafo en el diario El Confidencial:
El párrafo corresponde a una crónica sobre el libro de reciente publicación Cataluña, 10 horas de independencia, de José García Abad. El título de la obra es muy llamativo, pero el propio autor reconoce en esta entrevista con El Plural que Companys "era muy catalanista pero quería mantener un sitio dentro de España". El artículo de El Confidencial, en cambio, asegura que Cataluña fue declarada "independiente", una declaración que nunca tuvo lugar.
El blog de Santiago González en la web de El Mundo incluye el texto completo de la alocución de Companys desde el balcón del palacio de la Generalitat hace hoy ocho décadas. Merece la pena leerlo. En ningún momento se menciona la independencia de Cataluña. Y puestos a escoger frases, yo me quedo con estas dos:
Todas las fuerzas auténticamente republicanas de España y los sectores socialistas avanzados, sin distinción ni excepción, se han alzado en armas contra la audaz tentativa fascista.
La Cataluña liberal, democrática, republicana, no puede estar ausente de la protesta que triunfa por todo el país, ni puede silenciar su voz de solidaridad con sus hermanos que en esta tierra hispana luchan hasta morir por la libertad y el derecho.
El redactor -o redactores; el texto de El Confidencial va sin firma- debió de leer muy por encima el libro de García Abad. No sólo por las conclusiones independentistas que saca de los hechos, sino además por el protagonismo que otorga en esa jornada histórica de 1934 a una persona que entonces ya había pasado a mejor vida:
Hace más de dos décadas de mi primera aproximación a la Revolución de Octubre del 34, una insurrección que puso en jaque al gobierno republicano durante dos semanas y tuvo como focos distintos puntos de la geografía española. El más conflictivo fue el de Asturias, pero hoy sólo vamos a hablar sobre lo ocurrido en Cataluña.
El estallido revolucionario fue la respuesta a la entrada en el gobierno central de tres ministros pertenecientes a la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), un partido que, pese a haber sido el más votado en las elecciones generales de 1933, despertaba desconfianza entre sus rivales políticos, que lo consideraban poco o nada comprometido con la República.
Cataluña era entonces la única región de España con gobierno autónomo, con Lluís Companys en la presidencia de la Generalitat. Recuerdo que en el libro de Sociales se relataba la reacción de Companys a la entrada de la CEDA en el gobierno con estas palabras: "Proclamó el Estado catalán dentro de la República federal española". Una república que no existía -según la Constitución de 1931 el Estado republicano era integral, no federal-, pero que el president se empeñó en aludir como el todo al que pertenecía su nuevo Estado catalán.
Cuando era estudiante -y ahora también-, interpreté la frase del siguiente modo: Companys buscaba romper con el gobierno de España, pero no con España. Por esto me sorprendió leer ayer este párrafo en el diario El Confidencial:
El párrafo corresponde a una crónica sobre el libro de reciente publicación Cataluña, 10 horas de independencia, de José García Abad. El título de la obra es muy llamativo, pero el propio autor reconoce en esta entrevista con El Plural que Companys "era muy catalanista pero quería mantener un sitio dentro de España". El artículo de El Confidencial, en cambio, asegura que Cataluña fue declarada "independiente", una declaración que nunca tuvo lugar.
El blog de Santiago González en la web de El Mundo incluye el texto completo de la alocución de Companys desde el balcón del palacio de la Generalitat hace hoy ocho décadas. Merece la pena leerlo. En ningún momento se menciona la independencia de Cataluña. Y puestos a escoger frases, yo me quedo con estas dos:
Todas las fuerzas auténticamente republicanas de España y los sectores socialistas avanzados, sin distinción ni excepción, se han alzado en armas contra la audaz tentativa fascista.
La Cataluña liberal, democrática, republicana, no puede estar ausente de la protesta que triunfa por todo el país, ni puede silenciar su voz de solidaridad con sus hermanos que en esta tierra hispana luchan hasta morir por la libertad y el derecho.
El redactor -o redactores; el texto de El Confidencial va sin firma- debió de leer muy por encima el libro de García Abad. No sólo por las conclusiones independentistas que saca de los hechos, sino además por el protagonismo que otorga en esa jornada histórica de 1934 a una persona que entonces ya había pasado a mejor vida:
Me parece excepcional tu comentario, la absoluta falta de rigor de cierto medios faltos de "profesionales" es vergonzosa. Enhorabuena por tu Blog.
ResponderEliminarMuchas gracias por apreciar este blog. La mayoría de los medios no disponen de medios (valga la redundancia) para hacer bien su trabajo, al haber despedido a buena parte de sus mejores periodistas. Como dijo Ramón Lobo, ya no te miden por lo que vales, sino por lo que cuestas: http://www.jotdown.es/2012/11/ramon-lobo-ya-no-te-miden-por-lo-que-vales-sino-por-lo-que-cuestas/
EliminarUn cordial saludo y gracias por leer el blog.