miércoles, 10 de junio de 2015

De Adís Abeba a Shanghái con escala en Catar o la españolización excesiva de topónimos extranjeros (II)

Tras publicar la anterior entrada del blog, contacté vía Twitter con la cuenta de la RAE para formularles la siguiente pregunta:




La respuesta de la academia de la lengua me ha llegado hoy mediante dos tuits. En el primero, me invita a visitar un enlace sobre ortografía; y en el segundo, me indica que si su lectura no resuelve mis dudas, les contacte por medio del formulario de consultas lingüísticas habilitado en la web de la institución.

La lectura ha sido interesante, pero no soluciona gran cosa. Para comenzar, ni uno solo de los topónimos citados en mi tuit son mencionados en el texto que recibí. Me interesaba especialmente una explicación sobre la falta de acentuación en Zagreb cuando sí se impone la tilde a Múnich. Dos palabras llanas que no finalizan en vocal, n o s, lo que obliga a acentuar la sílaba tónica. Parece que no hay respuesta para esta consulta ni para otras. 

En algunos casos el documento sí da explicaciones. Por ejemplo, si Ámsterdam, Míchigan, etc. son esdrújulas, que no les falte la tilde en la primera sílaba. Y si Taipéi es aguda, que tampoco se omita el acento en la vocal correspondiente. Pero en otros, se limita a recomendar una cosa u otra sin dar razones. Así ocurre con el respeto a la grafía portuguesa de São Paulo y a dejar tal cual la polaca Gdansk, una palabra impensable en español con esas dos consonantes iniciales. 

Las razones de la RAE me parecen insuficientes y no impiden que continuemos el periplo por la geografía mundial iniciado en el anterior post. Es hora de acercarnos a África. Hoy ha sido noticia la ciudad egipcia de Luxor, palabra grave terminada en consonante a la que parece no haber necesidad de aplicar la tilde sobre la tónica. En cambio, la academia sí impone el acento sobre Adís Abeba, capital de Etiopía y otrora Addis Abeba, cuya primera palabra, aparte de haber perdido una d, se considera aguda ahora. 

Sobre la doble consonante, sería útil una actualización del Diccionario panhispánico de dudas (DPD). El vigente data de 2005, mientras que la Ortografía de la lengua española es de 2010. En el DPD actual ya se incluye Adís Abeba, pero también Accra, la capital de Ghana, y Guinea-Bissau

Llega el momento de volar a Asia, en concreto al Golfo Pérsico, donde parece que nos molesta la letra hache. Así se explica que el reino de Bahrein haya dejado su lugar al de Baréin y que la capital de los Emiratos Árabes Unidos, antes Abu Dhabi, sea hoy Abu Dabi. No obstante, si continuamos rumbo hacia el este y aterrizamos en Nueva Delhi, la hache no es inoportuna para la RAE, que la considera una "grafía plenamente asentada". Abu Dabi, sí; Nueva Deli, no.

Pero volvamos a la península arábiga, donde se halla el nombre estrella de este recorrido planetario: el polémico hasta la saciedad Catar. La nueva denominación de este país es controvertida porque en español ya existe esa palabra, un verbo que ahora tiene un emirato gemelo con el que siempre se le va a relacionar. Bromas aparte, la imposición de Catar es el paradigma de la españolización excesiva de topónimos extranjeros

Antes de la ortografía en vigor, la RAE aceptaba Qatar por considerar que la letra q era la que mejor servía para transcribir ese sonido árabe al español: "la letra qaf con la que comienza este topónimo en árabe se representa en español mediante la letra q". Sin embargo, en 2010 se estimó que palabras con q inicial como quorum debían ser modificadas (cuórum), y que lo mismo había de aplicarse a Qatar

Siguiendo la misma lógica, viajemos de Catar a Afganistán. En ese país existe un lugar llamado Qala-e-now, donde en su día hubo una base militar española. No estaría de más que la academia nos explicara por qué no le declara la guerra a la q en ese topónimo.  

En la españolización de topónimos foráneos, queda claro que la RAE tiene entre sus prioridades la de acentuar las palabras agudas finalizadas en vocal, sea cual sea el resto de su grafía: Marcháis de Dubái, llegáis a Shanghái y luego voláis a Hawái. ¿Se atreverá con Pionguián como capital de Corea del Norte? Con Sri Lanka, hay que reconocer que la castellanización sería muy complicada. 

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