martes, 9 de abril de 2013

La juventud de José Luis Sampedro

Hoy hemos tenido noticia del fallecimiento a los 96 años del economista y escritor José Luis Sampedro. El título de esta entrada no pretende destacar la personalidad ni las ideas de un hombre que, aunque llegara a nonagenario, siempre fue joven. Lo que hace este blog es analizar errores cometidos por los medios de comunicación, y en esto he encontrado en distintos perfiles biográficos unas cuantas incongruencias sobre los tiempos mozos del finado. En particular, sobre su papel en la guerra civil que asoló España entre 1936 y 1939

Lo más destacable en ese periplo de juventud fue que Sampedro luchó en ambos bandos: primero en el republicano, como integrante de un batallón anarquista; después, en el lado sublevado contra el Gobierno de Madrid. En una entrevista con Jot Down, él mismo contaba cómo había vivido aquellos años de conflicto (respuesta a la sexta pregunta).

El Mundo resume así su participación en la contienda


 
El Cultural no aclara cómo fue ese cambio de bando:



Lo mismo puede decirse de Abc:

 

Y en la web de RTVE, le hacen merecedor del título de Medicina: 

 

Si no se tiene la certeza de algunos datos biográficos, mejor no hablar de ellos. RTVE toma nota de esto en lo de la guerra, pues no menciona la participación del intelectual en el conflicto, pero mete la pata gravemente con lo de "destinado como médico militar" en Tánger antes de 1935. No solo porque José Luis Sampedro no era médico, sino también porque difícilmente hubiera ejercido como tal siendo un adolescente. Había nacido en 1917

De vuelta a la guerra, el error de El Mundo es omitir que el escritor luchó en el ejército nacionalista. Y el de Abc y El Cultural, la falta de precisión, tanto por no explicar cómo fue el cambio de bando como por afirmar o dar a entender que combatió en Melilla. 

José Luis Sampedro fue movilizado por el bando republicano mientras vivía en Santander. Al sucumbir en 1937 el frente del Norte y comprobar las tropas rebeldes que carecía de antecedentes políticos, lo reclutaron también. "Dejamos un fusil republicano para coger un fusil franquista", relataba en su mencionada conversación con Jot Down. De esta forma, es imposible que peleara en Melilla, ciudad ya sublevada en el verano del 36 y muy alejada del teatro de operaciones posteriores. 

Los responsables de estos textos olvidaron un aspecto esencial en la redacción de todo perfil biográfico: una buena documentación.  

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