jueves, 28 de mayo de 2015

Un uso incorrecto del verbo supeditar

Entre las cuatro acepciones del verbo supeditar recogidas por el DRAE están la de "subordinar algo a otra cosa" (tercera) y también "condicionar algo al cumplimiento de otra cosa" (cuarta).

A continuación, un ejemplo claro de uso correcto de ese verbo:


Lo que están haciendo Ciudadanos y Podemos es subordinar algo (el apoyo a Susana Díaz) a otra cosa (la dimisión de Chaves y Griñán). Por ello, el uso de supeditar es perfectamente adecuado. 

Pero no puede afirmarse lo mismo sobre este titular del medio digital Vozpópuli en su portada de hoy:


El titular analizado indica qué es lo que se supedita (el desembarco del empresario chino Wang Jianlin en el Atlético de Madrid), pero no explica  a qué hecho o condición se supedita

Si hacemos clic en el enlace de la portada, llegaremos a una noticia en cuyo titular se sustituye "supedita" por "condiciona". Es un avance pero, si leemos la noticia, veremos que no es suficiente. ¿Por qué? Porque en ninguna parte del texto se habla de condiciones impuestas por Manuela Carmena -la que se espera que sea la próxima alcaldesa de Madrid- para la entrada de Wang en negocios a desarrollar en la capital de España. 

En su lugar, lo que se hace es recordar las condiciones que Wang puso para invertir en el Atlético -traslado al estadio de La Peineta, ampliación de capital del club y la aprobación por parte del Ayuntamiento de Madrid del plan urbanístico de Campamento- y afirmar que la directiva colchonera teme que un gobierno municipal liderado por Carmena frene la mudanza del Atleti a La Peineta.

Así las cosas, borremos todo rastro de la palabra supeditar y expliquemos mejor las cosas con el siguiente titular: El Atlético teme que Carmena complique el desembarco de Wang.

Vean y comparen. Antes:

Y después:

miércoles, 13 de mayo de 2015

Lo que dijo Sean Penn y lo que dicen que dijo

Tras la inclusión de un nombre de famoso entre los trending topics de la red social Twitter muchas veces están unas declaraciones polémicas de ese personaje público. Así ocurrió ayer por la tarde en los TT de España, entre los que apareció durante largo rato el conocido actor estadounidense Sean Penn. El motivo, a continuación:





El titular de esta noticia sin firma publicada por Bolsamanía omite una parte esencial de las palabras textuales del artista, que en cambio sí se mencionan entre comillas en el cuerpo del artículo:



En resumidas cuentas, Bolsamanía manipuló las palabras de Penn en busca del titular potente. Está claro que poner en boca de un extranjero con renombre que Cataluña no es España vende mucho más que sus auténticas declaraciones. Después, los usuarios de las redes sociales hicieron el resto. Bolsamanía, por el momento, no ha rectificado el titular. 

Lo más curioso de esta historia es que ese y otros medios toman como fuente al diario mexicano El Mañana, y que algunos ni siquiera citan correctamente el nombre de esa publicación, a la que como puede verse en el párrafo mostrado más arriba llaman "La Mañana". Y es curioso porque el intérprete hizo esas declaraciones en una entrevista con El País publicada hace más de una semana

El artículo del periódico madrileño fue reproducido íntegramente varios días después por El Mañana (y con alguna pifia en la edición: vean la pregunta sobre el tema de discusión con Javier Bardem en uno y otro medio). Los diarios en cuestión podrán informarnos sobre si hubo acuerdo entre ellos para la reproducción del texto, aunque eso no importa en la entrada de hoy. 

Lo que sí concierne a este post es denunciar la manipulación perpetrada por Bolsamanía. Y recordar otro detalle: ¿tan saturados de información estamos que algunos prestan más atención a lo que publica, y con retraso, la prensa extranjera?

martes, 12 de mayo de 2015

El cartel o el cártel más peligroso de México

La portada del día de la edición impresa de El País incluye este titular:




El término cartel tiene dos entradas en el DRAE, y en la que concierne al titular analizado, de pronunciación grave o llanala academia de la lengua da libertad para acentuarla. El País se inclina por omitir la tilde sobre la a. Probablemente lo hace justificándose en que el contexto deja claro que se está hablando de una organización criminal y no del cartel -palabra aguda- de una película o una obra teatral

La RAE nos exige acentuar voces como Hawái y Múnich, pero aplica la manga ancha para escribir cartel cuando lo que se está pronunciando es cártel. Precisamente esta palabra viene del alemán -así nos lo recuerda la propia institución-, y qué mejor forma de españolizarla que añadiéndole un acento prosódico que ponga de manifiesto cuál de sus dos sílabas es la tónica

Las normas de acentuación a veces sorprenden por su permisividad para ciertos nombres comunes y su rigor con los nombres propios, en concreto con los topónimos extranjeros. Ámsterdam y Sídney son sólo dos ejemplos de una españolización estricta de nombres foráneos que merece ser objeto de debate. Pero eso requiere una entrada aparte. 

miércoles, 6 de mayo de 2015

Dudas razonables sobre el uso del prefijo ex-

La RAE explica en sus normas de escritura de los prefijos que estos se escriben siempre soldados a la base a la que afectan cuando esta es univerbal, es decir, cuando está constituida por una sola palabra. Entre sus ejemplos cita antiadherentecuasidelito, prepago, probritánicosupermodelo vicealcalde. Y también unos cuantos con el prefijo ex-: exjefe, exministro, exnovio, etc. 

Añade la academia de la lengua que se unen con guion (eso de guión sin tilde da para otra discusión) a la palabra base cuando esta comienza por mayúscula, y cita como muestra pos-Gorbachov y pro-Obama. La razón del guión es evitar la anomalía que supone, en nuestro sistema ortográfico, que aparezca una mayúscula en posición interior de la palabra. De esto último se deduce que este titular finaliza con una falta de ortografía: 



Y en el siguiente caso, aunque el prefijo no preceda a una mayúscula, son ganas de rizar el rizo adosarlo a la palabra:

En este blog ya se opinó hace tiempo que habría que relajar un poco las normas, puesto que su seguimiento estricto puede dar lugar a confusión. Y como ejemplo se mencionó el de la palabra expreso, que puede ser un correo extraordinario pero, aplicando a rajatabla las normas de la RAE, eso se puede confundir con alguien que estuvo en prisión. Y a veces no hay contexto que valga

Otra duda razonable sobre la unión a toda costa del prefijo y el término al que precede puede verse a continuación



Cuando se habla de los militantes del Partido Popular es corriente referirse a ellos con la forma abreviada populares. La palabra se escribe en cursiva cuando va en el cuerpo del artículo y entre comillas finas en los titulares. Pero, si se habla de algún exmilitante del PP, ¿qué hacemos con ese prefijo que la RAE nos obliga a adherir? ¿Escribiremos expopular? ¿O expopular? En ocasiones, las normas dan quebraderos de cabeza que es mejor evitar. Y aquí está la forma de saltarse el reglamento para escribir bien las cosas: